De Última

borarte de magia

jueves, agosto 25, 2005

Basta, me cansé, se acabaron los “que haces, che”, las sonrisitas falsas, las extendidas de mano y las levantadas de ceja a media distancia; ese morocho de barbita candado que usa remeras manga tres cuartos en cualquier época del año y se sienta atrás mío en física es el último conocido clase C que me deja pagando.

“No saludar hasta ser saludado”, desde hoy empiezo.