De Última

borarte de magia

lunes, diciembre 26, 2005

Ni se para qué me gasté en meter palabras como ¨circunstancialmente¨, ¨interdependencia¨, o ¨prefiguración¨; ni para qué asentía con la cabeza haciéndome el que me resultaban interesantes las cosas de las que se ocupaba la empresa; ni para qué le exageré las responsabilidades que tenía en mis trabajos anteriores. Si total mi suerte ya se había echado 10 minutos antes de entrar cuando la mina que me iba a hacer la entrevista (10 minutos después supe que era ella) registró con la peor de las caras el momento exacto en que, en un típico e inevitable acto reflejo masculino, giraba indisimuladamente mi cabeza para mirarle el culo.